Torrejón del Rey
30/10/07
... Y que el hombre florece como planta a quien el mismo cielo alienta y rinde, primero ufano y abatido luego, hasta que su esplendor nadie recuerda: la idea de una estada tan fugaz a mis ojos te muestra más vibrante, mientras que tiempo y decadencia traman mudar tu joven día en noche sórdida. Y, por tu amor guerreando con el tiempo, si él te roba, te injerto nueva vida.
(William Shakespeare)